La milenaria cultura japonesa fue fuente de inspiración para que Alejandro Marín Solano escribiera una novela que se desarrolla en pleno campo de batalla, donde la necesidad de supervivencia se antepone frente a cualquier otro interés y el comportamiento humano ante circunstancias extremas se pone a prueba.
Carne para hombres es el título de la novela ganadora del certamen UNA Palabra 2024. Para Marín, de 35 años y vecino de Cartago, se trata de la segunda ocasión en obtener un premio. En el 2017 lo logró con El sol púrpura, en la categoría de poema.
El premio, que consta de una retribución económica de $1.642 (equivalente en colones) y la publicación de la primera edición de la obra por parte de la Editorial de la Universidad Nacional (EUNA), le fue entregado a Marín la noche del 15 de noviembre, en un acto en el auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras.
“Es un honor que me llena de mucha gratitud recibir de nuevo este premio, como ocurrió también en el 2017. Llevo varios años interesado en la cultura japonesa y es ahí donde he tratado de entender su historia y a partir de un evento puntual, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando varias tropas japonesas quedan atrapadas y aisladas en islas del Pacífico, es donde empiezo a desarrollar el argumento”, manifestó el autor, quien confesó que le llevó un año el desarrollo de la obra.
Ese estado de abandono incluyó el corte de las redes de abastecimiento de insumo básicos. Los soldados se vieron frente a su propia necesidad, el hambre los asedió y se dieron casos de canibalismo, que el autor trata de manera velada. “Sigue siendo un tema tabú que no se muestra ni se explica de manera explícita. Podría decir que, si la novela fuera una pintura, lo del canibalismo sería su punto de fuga”, detalló Marín.
Prefiere ubicar su obra frente a temas como la guerra, el nacionalismo, la virilidad, el culto al cuerpo y el heroísmo, a partir de una historia que enfrenta a dos personas (uno que está a favor de la guerra y el otro en contra) ante esas posiciones antagónicas.
El existencialismo puso de relieve al escritor ante una realidad contemporánea que no pierde de vista, como el uso excesivo de la fuerza en el caso del primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu o el ascenso al poder de Donald Trump.
No está en la esencia de su novela, pero sí hace un guiño al debate. “Si mi novela despierta en los lectores alguna reflexión sobre estos temas es porque a través de su historia se revela una verdad persistente sobre la naturaleza humana y las estructuras del poder. Sin embargo, al escribir Carne para hombres mi intención no fue hacer un alegato político sino explorar la condición humana bajo circunstancias extremas”, manifestó.
Prefiere que a través de sus letras se reconozca la cultura japonesa, de la que es devoto por afición. La estudió, la trató de interpretar y la plasmó en sus páginas, porque considera que es autor aquel que arriesga su reputación por unas ideas que no son del todo suyas.
Y frente a las ideas, está el estilo, ese que identifica al autor. “El estilo tiene una tierra natal, un sol y un cielo que le son propios, seduce comúnmente”.
Conjugados estos ingredientes le dio fondo y forma a su propuesta literaria, aunque reconoce que en la vastedad de una historia como la de Japón, habrá una parte que se desconozca o sea inaccesible.
Su otra intención con el escrito está vinculada con el tema de la guerra en sí, a partir de la realidad de un país como Costa Rica, que abolió sus fuerzas militares desde 1948 y promovió la paz como política de Estado.
“Desde nuestro país tendemos a no comprender la lógica de la violencia. Somos una generación que hayamos escuchado las órdenes de un general y esta obra nos permite ubicar este fenómeno en un contexto real de lo que fue una guerra mundial”, expresó Marín.
Henry Sevilla, secretario del certamen, aludió al libro El hombre rebelde de Albert Camus para enfatizar en la importancia que tiene la lectura como un mecanismo de rechazo a las soluciones absolutistas y a las promesas utópicas. “Abrazar la palabra nos lleva a la mejora de la crítica reflexiva, en un contexto donde resurgen los autoritarismos disfrazados de salvación”.
Las otras dos categorías del certamen UNA Palabra 2024, el ensayo y la crónica periodística, fueron declaradas desiertas por parte de los jurados calificadores.
Ganadores 2023
La actividad sirvió también para entregar la obra publicada de los ganadores de la edición de 2023 de este certamen, que cumplió este año su edición número 46.
En la categoría de teatro le correspondió a Gatsby el gato y el gas de Gerardo Bejarano. En novela se hizo entrega de la obra a Mirta González por El Auxilio de las musas, mientras que en poesía se le otorgó a Vuelta al útero, de Walter Torres.
Ileana Araya, presidenta de la EUNA manifestó que estas tres obras ya forman parte del catálogo de la Editorial y que están disponibles desde el mes anterior. Además, anunció que estarán presentes en México, en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.
De paso, dio a conocer que a los dos premios que se otorgan (los anuales y el Omar Dengo que es bienal) se sumará uno más para la convocatoria del 2026 y que ya fue aprobado por el Consejo Universitario: el premio UNA Palabra Joven, que busca incentivar, como su nombre lo indica, la escritura y las propuestas literarias entre este segmento de la población.
En la actividad y en la entrega de los premios estuvieron presentes la rectora adjunta, Marianela Rojas, y el vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras, Jimmy Ramírez. También asistieron amigos y familiares de las personas premiadas.
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Guillermo Solano Gutiérrez
